Comer como si uno estuviese en el mar, a bordo de un barco o sobre una batea. Esa es la experiencia Benboa, un restaurante de la calle Galera que está inspirado en la tradición marinera y que fusiona pasado e innovación. “Es un local que recuerda a las antiguas y típicas tabernas de la costa donde el olor a pulpo á feira y a fritura de pescado fresco lo impregnaban todo”, explican los creadores del establecimiento. De hecho, materiales como el mármol, la madera de batea o el óxido marcan la decoración y sus neveras están abiertas al público para poder observar y escoger la materia prima procedente de la lonja que disponen cada día. Benboa es un local acogedor, con un servicio informal al que se puede ir a tomar un vino acompañándolo de sus deliciosas croquetas o a disfrutar de un buen festín con pescados y mariscos de primera calidad.
En cuanto a su carta trabajan productos exclusivamente del mar procedentes de lonjas de proximidad, especialmente de Ribeira, con una base de cocina claramente identificada con el territorio, utilizando técnicas tradicionales, como el ahumado, los escabeches y, sobre todo, las brasas, pero sin perder de vista otras cocinas, como la peruana o la asiática, dotando a la experiencia gastronómica de un exotismo muy local. “En nuestra carta podemos encontrar desde un pulpo á feira o una empanada de millo, a un ceviche, unas tortillas mexicanas o un curry”, añaden. La carta está pensada para compartir, “para poder probar un montón de recetas y sabores diferentes, para mancharse las manos, para mojar pan, pero sobre todo para pasar un buen rato entre amigos alrededor de una mesa, el deporte favorito de los gallegos”.
Dieta atlántica
Toda la línea de sus platos se basa en los principios de la dieta atlántica. Por ello, conceden una gran importancia a las materias primas, así como a los vegetales de la tierra e intentan que sus preparaciones sean siempre saludables, además de sabrosas. Hay platos que es indispensable probar cuando uno visita Benboa, como las croquetas, la ensaladilla de centollo o el pastel de marisco. El precio medio del ticket está entre 20 y 30 euros y disponen de servicio delivery para aquellos que quieran disfrutar de esta experiencia gastronómica marítima sin moverse de casa.