Alertan de pérdidas económicas por la peatonalización de Emilia Pardo Bazán

Alertan de pérdidas económicas por la peatonalización de Emilia Pardo Bazán
Apuntan a la falta de mantenimiento en la calle de Emilia Pardo Bazán | Patricia G. Fraga

El proyecto de peatonalización en la calle de Emilia Pardo Bazán generó debate desde su planteamiento: convencía a los hosteleros y la representación vecinal se mostraba más reticente. Hoy, año y medio después del comienzo de las obras todos los estamentos que hacen vida en la zona han alcanzado la unanimidad, pero en las antípodas de lo esperado por el Ayuntamiento, ya que ni gusta ni lo defiende casi nadie. Más allá de cuestiones estéticas, muchos de los empresarios y empleados apuntan a una medida negativa para sus negocios, que en algunos casos cifran en pérdidas de casi el cincuenta por ciento. 


Según el presidente vecinal, Fernando Rubín, su asociación no solamente recibe quejas de los residentes, sino también de los hosteleros de la zona, que incluso barajan la opción de realizar un movimiento público de protesta contra lo que considera un estado de abandono y un proyecto muy alejado del boceto original. “El asfaltado, los árboles secos y llenos de orines, las cagadas o las botellas tiradas dejan un aspecto de abandono”, afirma. “Además, la calle es peatonal, pero como no hay señal alguna,z el tráfico es el habitual”, añade el dirigente vecinal. 


Coincidencia 

Coinciden vecinos, hosteleros y comerciantes en que la calle carece del mantenimiento y el enfoque adecuados, y que en cierta medida ha dado en espantar a los clientes. “La terrazas sufren esas cagadas y son muchos los hosteleros que hablan de clientes espantados por la falta de mantenimiento”, denuncia Rubín. 


Uno de esos empresarios preocupados es Ramón Souto, propietario de Monty Ambigú. “La falta de señalización adecuada genera un peligro en el día a día, porque los coches entran con normalidad, y si la gente percibe un peligro no viene”, afirma. “Lo que más afecta en sí es la suciedad y si está mal cuidado”, prosigue el hostelero.


Por su parte, los empleados de la joyería Candame lo tienen claro: la peatonalización ha afectado a la facturación. “El balance es horrible y hablamos de bajadas de facturación del 40 por ciento. Además, debido a las obras inacabables, muchos clientes se piensan que estamos cerrados”. Además, las tres partes piden más control de acceso. 

Alertan de pérdidas económicas por la peatonalización de Emilia Pardo Bazán

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