As Xubias de Arriba dice adiós esta semana a la emblemática discoteca Pachá, que marcó una época del ocio nocturno de la ciudad. Un equipo de operarios se han presentado esta tarde para vallar varios metros de acera, tanto delante del edificio como de las parcelas que se encuentra entre la discoteca y el punto de encuentro familiar de la Xunta. 

El paseo previo a la demolición obligará a retirar el amianto que se encuentra los tejados. Por este motivo, el propietario de las parcelas, Castro de Oza (a través de la cual opera el fondo suizo Ginkgo Advisor) ha contratado a una empresa especializada en la retirada de esta sustancia cancerígena. Con ese fin se instaló una cabina de descontaminación. 
 

Esta empresa es propietaria en un 82% de la zona de As Xubias, y cuenta con 48 parcelas. Cabe destacar Astilleros Valiña, que es la más importante y que también hace años que no tiene actividad. Pero las fuentes consultadas destacan el estado de ruina en el que se encuentra el que fue uno de los buques insignia del ocio nocturno coruñes. con las salas en ruina, y el peligro que supone para el vecindario, sobre todo en el caso de  allanamiento: “Cualquier persona se puede colar allí y ocasionar una desgracia”. 
 

Hay que tener en cuenta que en un edificio antiguo, de más de cien años, situado en frente de Pachá, hay dos okupas, así que el peligro es real. Por otro lado, hace unos meses Ginkgo Advisor celebró una reunión en el propio Pachá para explicar a los vecinos su proyecto de desarrollo de la zona, por el que ha firmado un convenio con el Ayuntamiento.
 

Dicha reunión, sin embargo, se celebró en la terraza posterior, no dentro del ruinoso edificio de muros pintarrajeados. Pasará a la historia como el último evento que se celebró en Pachá, que marcó a la ciudad a pesar de que solo estuvo ocho años abierta al público, entre 1987 y 1995.   
 

El inmueble irá desapareciendo poco a poco. Además de la parcela de 1.655 metros cuadrados de Pachá, también se trabaja en tres más: una de 603 metros cuadrados, otra de 491 metros cuadrados, incluida una nave industrial donde se acumula la mayor parte del amianto. 

No se espera que los trabajos terminen antes de un mes y medio, porque hay muchas sustancias peligrosas que hay que ir retirando con máquinas pequeñas, además del amianto, como plomo, o cristales, además de hierro. Son 20 años de deterioro que se acumulan. Todo acabará en el vertedero, donde será debidamente tratado. Algunos de los que está trabajando allí ahora mismo también pisaron la discoteca en su juventud, y sin duda les será más difícil librarse de la nostalgia.