Tras unos trabajos preliminares (topografía y localización de servicios), las tan esperadas obras de reurbanización de la calle de San Andrés comienzan hoy, lo que significa que se cortará esta arteria, una de las principales de la ciudad. Esto inevitablemente, provocará afecciones al tráfico, aunque la Policía Local y la concejalía de Movilidad han tratado de tomar precauciones para mitigar el problema.
El tramo cerrado va desde Santa Catalina a la calle Sol. Estará prohibida la circulación en sentido plaza de Pontevedra, pero se podrá seguir circulando en sentido Sol hasta Santa Catalina., para luego girar a la derecha e incorporarse a Cantón Grande.
Entre Santa Catalina y la calle Sol se cortará el tráfico rodado en ambos sentidos. Sin embargo, se podrá acceder a los garajes y los peatones podrán recorrer las aceras por los recorrido señalizados. También se delimitarán espacios provisionales de carga y descargar para las mercancías que surten a los negocios de esa calle, pero estos nuevos espacios se encontrarán en las calles aledañas: Marqués de Pontejos, o calle Torreiro.
En esta fase también se realizará otra actuación entre las calles Pórtico y Torreiro. Allí es habitual que circule tanto el transporte público como vehículos de carga, por la plataforma única que comparten con peatones. Esta será renovada con una base de hormigón desactivado.
Lo mismo ocurrirá con el trecho de la calle Sol que llega hasta la calle Socorro. Actualmente existe allí un empedrado hundido por el paso constante de vehículos pesados. Los adoquines serán retirados por el mismo hormigón desactivado, poniendo fin a los problemas de circulación.
Las obras continuarán durante varios meses, con las consiguientes molestias que los vecinos tendrán que soportar. Son 3,2 millones de euros los que se invertirán en ella, para una renovación integral.
La labor de humanización incluye la plantación de 80 árboles, moreras como las que existían hace más de un siglo. “Buscamos, en certa forma, unha volta ás orixes que tamén sexa un revulsivo para dinamizar comercialmente á zona, visibilizando as tendas e establecementos da rúa”, recordó ayer la alcaldesa, Inés Rey.
Las obras las está ejecutando una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Abeconsa y Canarga, contará con barreras vegetales de 1,5 metros de ancho para separar la acera de la calzada, se renovarán las baldosas y se llevarán acabo mejoras de accesibilidad. También se instalarán nuevas farolas con tecnología LED. El lado negativo es la pérdida de docenas de plazas de aparcamiento, justo en una zona con escasez de espacio.