A Coruña y Vigo suben la apuesta por la movilidad vertical con la construcción de más ascensores

A Coruña y Vigo suben la apuesta por la movilidad vertical con la construcción de más ascensores
El más antiguo de los elevadores públicos, el de Ramón Cabanillas | QUINTANA

Las cuestas son uno de los principales obstáculos a la movilidad peatonal, sobre todo a medida que pasan los años y flaquean las fuerzas. Por eso, conforme la población envejece, los municipios buscan maneras de hacer más llevaderas las caminatas. La solución que se suele emplear son los ascensores y cuando no es posible, las escaleras mecánicas. Tanto A Coruña como Vigo parecen enzarzados en una pugna por ver quien se pone en cabeza de la llamada movilidad vertical, impulsada por los fondos europeos, que permiten a los gobiernos locales gastar millones de euros en estas infraestructuras. 


Puede decirse que A Coruña comenzó primero la carrera, cuando en 2014 construyó el pequeño ascensor del cruce de la calle Ramón Cabanillas con la avenida de Arteixo, donde existía un desnivel de cuatro metros. Pero al año siguiente, la ciudad olívica puso en marcha su programa Vigo Vertical, inaugurando el elevador entre Pi y Margall con Camelias. Salvaba un desnivel de 35 metros. 


A día de hoy, Vigo se encuentra claramente en cabeza con elevadores en Marqués de Valterra con Torrecedeira (15 metros), de Torrecedeira a Pi y Margall, el ascensor de San Salvador (cinco metros) con Pizarro, el de plaza de la Estación y Vía Norte (12,5) metros, travesía de Vigo con Aragón (diez metros), y está construyendo otro en Romil con Hispanidad que esperan que esté acabado antes de fin de año de nueve metros. También existe un proyecto para construir dos más en el Barrio del Cura.  


Comparado con Vigo, A Coruña tiene pocos elevadores. Al de Ramón Cabanillas hay que añadir otro en Capitán Troncoso (diez metros) y un tercero en la Os Castros (de otros diez metros) que se inauguró en 2021. A esto se sumarán este año los de Pintor Villar Chao, también en Os Castros, que contará con dos ascensores de siete metros antes de fin de año. 

 

Ascensor os castros
Ascensor de Os Castros | QUINTANA


Sin embargo, hay nuevos desarrollos en la periferia, como el polígono de O Castrillón, que contempla un elemento electromecánico (probablemente, otro ascensor)  que se construirá entre la ronda de Outeiro y el de Antonio Ríos, y que se convertiría en el elevador más alto de A Coruña, rivalizando con los de Vigo. Los vecinos llevaban tiempo pidiendo una infraestructura semejante para mejorar la accesibilidad del barrio, situado sobre un alto a unos 70 metros sobre el nivel del mar. 


El Gobierno local estima que esta iniciativa es clave  “tanto por la propia configuración urbanística de la zona, con pendientes muy pronunciadas, como por la propia pirámide poblacional del barrio, con muchos vecinos en edades avanzadas”. Pero habrá que esperar para poder apretar el botón de ese ascensor. El convenio urbanístico se firmó en julio  entre el Ayuntamiento y la Junta de Compensación del parque de Oza (API AQ-28) y la asociación de vecinos, a la cual le gusta el ascensor, tiene dudas sobre otros aspectos. 


La movilidad vertical figura en otro acuerdo urbanístico firmado recientemente, el de As Xubias, entre el Ayuntamiento y el fondo suizo Ginkgo o, más bien, a través de su empresa interpuesta, Castro de Oza SL, que es propietaria de 32 parcelas. Gran parte de la atención pública está centrada en la edificabilidad, dado que se trata de una zona muy protegida. El documento incluye la creación de zonas verdes y de una senda peatonal y la instalación de un ascensor o unas escaleras mecánicas desde As Xubias de Arriba para garantizar la accesibilidad vertical. Es decir, que en un futuro el número de ascensores podría elevarse hasta a siete. 


Panorámicos

Este último montacargas podría ser panorámico. En este aspecto, A Coruña y Vigo también compiten. Nuevamente fue la ciudad herculina la que dio el pistoletazo de salida con la construcción del elevador del monte de San Pedro. Inaugurado en 2007 por el socialista Javier Losada, es llamado por algunos la ‘arielita’ por su forma esférica. Habitualmente permanece fuera de servicio por el efecto de la corrosión del aire en sus mecanismos y por su peculiar diseño, que dificulta su mantenimiento, pero cuando funciona, sus  63 metros de altura entre el Paseo Marítimo lo convierten en el ascensor más alto de A Coruña, así como de más capacidad (para 25 personas). Se espera que funcione de nuevo a finales de año tras una inversión de 750.000 euros, a pesar de que su mantenimiento cuesta 230.000 euros al año y que  su construcción costó 2,7 millones. 

Ascensor san pedro
La 'arielita' del Monte de San Pedro | PEDRO PUIG


El alcalde de Vigo, Abel Caballero, pretende desbancarlo con el Halo, que conecta García Barbón con el centro Vialia y Vía Norte, uno de los más recientes proyectos del socialista para atraer visitantes a la ciudad. Abierto este mismo año, mide 50 metros de alto, lo que le sitúa por debajo del de San Pedro, pero trata de compensarlo con un diseño espectacular, como una especie de círculo que corona la ciudad.


Lo que es mucho más elevado es su coste: Vigo invirtió siete millones de euros para construir su nueva atracción turística, mientras que el de San Pedro, donde se ha llegado a rodar el cortometraje ‘Balle Voyage’, costó 3,8 millones. La diferencia entre un ascensor panorámico y uno de accesibilidad radica no solo en las vistas, sino también en que el primero es de pago y el segundo, no.


Escaleras

En general, los expertos prefieren instalar ascensores a las escaleras, porque consideran que se trata del único medio para conseguir una accesibilidad universal. Un peatón en silla de ruedas no puede subir unas escaleras por mecánicas que sean. Pero si el desnivel tiene una base muy ancha, entonces no queda más remedio que instalar escaleras mecánicas, como ocurre en las obras de Adelaida Muro. 


Tanto A Coruña como Vigo cuentan con estos elementos eletromecánicos, pero siempre serán una segunda opción frente a los ascensores. Son estos los que verdaderamente elevan el nivel de accesibilidad en las calles.

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