El plan para el futuro desarrollo de la fachada marítima de A Coruña deja objetivos a corto y a largo plazo. En la mirada largoplacista, se planeta estudiar la creación de un nuevo multiusos, de gran capacidad, en el entorno de San Diego, un espacio que permita grandes eventos en el puerto, sin circunscribirlos únicamente al buen tiempo estival.
Aunque el estudio todavía estaría por desarrollar, la primera intención pasa por crear un espacio que supere en aforo al Coliseum y que permita acoger grandes eventos. Y en este ámbito, los espejos en los que se puede mirar el futuro espacio de San Diego son, precisamente, los referentes a nivel estatal.
Y entre esos espejos se encuentra una de las nuevas incorporaciones a este tipo de infraestructuras en España: el Roig Arena. El que aspira a ser el referente de los grandes recintos cerrados en España nace fruto de la inversión privada de la familia Roig, que superó los 200 millones de euros. Este espacio no sólo será la casa del Valencia Básket en sus andaduras por las competiciones nacionales y continentales, también será sede de la Copa del Rey de baloncesto los próximos años y acogerá grandes conciertos, además de eventos de toda índole.
El Roig Arena cuenta con una configuración para celebrar eventos deportivos con una capacidad para albergar a 15.000 aficionados, mientras que para conciertos el aforo se podría ir hasta los 20.000 asistentes. El recinto ya cuenta, a partir de otoño, con citas musicales de referencia como las visitas de Camilo, Sabina, Quevedo, David Bisbal, Mónica Naranjo o Dani Martín, entre otros.
Aunque hay otros aspectos, además de la capacidad, en los que se podría fijar el espacio de San Diego. La posibilidad de tener diferentes configuraciones o espacios es uno a tener en cuenta.
A este respecto, otra de las referencias es el Movistar Arena (Antes Wizink Center). El recinto multiusos tiene una capacidad que se acerca a las 18.000 personas, pero su versatilidad permite que el espacio se configure de diferentes maneras para albergar todo tipo de eventos, tanto deportivos como musicales o culturales, que se completan con una sala a mayores que permite celebrar actuaciones con cerca de 1.000 espectadores.
El Navarra Arena es otro de los espejos más recientes. Inaugurado a finales de la pasada década (con una inversión de unos 60 millones de euros), la modularidad de su interior también permite diferentes configuraciones: desde conciertos con cerca de 12.000 personas, partidos con hasta 10.000 asistentes o eventos deportivos con configuraciones más amplias que se benefician de la pista auxiliar.
Ejemplo de modularidad, aunque a menor escala, podría ser también el reciente Cartuja Center de Sevilla (con una inversión similar al Navarra Arena), que pese a promover aforos mucho más inferiores, cuenta con diferentes salas para albergar desde teatro a reuniones, pasando por conciertos.