El primer texto que sitúa la sinagoga de A Coruña en la calle herculina de ese nombre. Las conexiones entre la Biblia Kennicott y A Coruña de la época. Son algunos de los hallazgos que Xosé Crisanto Gándara Eiroa ha desvelado en El Ideal Gallego, en una serie de tres reportajes publicados. Tras estas revelaciones, los técnicos del Ayuntamiento que estudian la mikvé de la Ciudad Vieja y su probable sinagoga asociada lo invitaron el martes a visitar el edificio municipal en el que se están realizando excavaciones para arrojar más luz sobre esta historia.
¿Qué impresión le ha causado la presunta mikvé de la calle Sinagoga?
Dice usted presunta, y respondo con otra pregunta: ¿qué otra cosa podría ser más que una «mikvé»? Las investigaciones del Ayuntamiento están dirigidas a tratar de demostrar que eso que ha aparecido en la Ciudad Vieja es una mikvé. Es natural el enfoque, puesto que hay gente que opina que no. Mi opinión es que solo puede ser eso. Por descarte no hay ninguna otra explicación, por un montón de motivos.
Uno de esos motivos es el hallazgo que usted ha realizado, ese contrato de censo de 1555 que ha localizado en el archivo de la Colegiata de Santa María del Campo.
En mi opinión, ese contrato de censo ubica la sinagoga coruñesa en ese lugar donde ha parecido la mikvé. Ubica la sinagoga en la calle de la Platería, que es la actual calle Sinagoga. Ya sabemos que había mikvé en las casas particulares, por lo que la aparición de una mikvé no implica siempre la presencia de una sinagoga. Pero este documento lo que nos dice es que había una sinagoga donde ha aparecido una mikvé, lo que nos llega a suponer que esta mikvé que ha aparecido es la de la sinagoga coruñesa.
Hay un documento anterior, de 1486, donde se habla de la “rua da Sinoga”. Es significativo, pero no es tan importante como este otro que usted ha desvelado.
El documento de 1486 trata del aforamiento que realiza el cabildo de la Colegiata de una casa situada en la calle de la Zapatería, a un zapatero. Y nos da sus límites, como es habitual. Uno de esos límites dice que la casa da «entre parte, da rua da sinoga». La novedad que aporta el censo de 1555 es que ubica la sinagoga coruñesa en un lugar concreto: la Rúa da Platería, y obviamente también nos da sus límites por los cuatro lados. La «calle pública» mencionada en este censo es la calle de la Platería, donde se ubicaban los plateros, y recordemos que es la profesión más habitual de los judíos gallegos, como ya afirmó en su día María Gloria de Antonio Rubio. En conclusión, que dos plateros viviesen y realizasen su trabajo en la calle de la Platería y en la casa que era conocida como la sinagoga, resulta no sólo lógico, sino de una sencillez aplastante. Navaja de Ockham en estado puro.
Ese documento que usted ha encontrado dice que los terrenos donde están la ‘mikvé’, y presumiblemente una sinagoga, eran de la Colegiata.
Así es. En el acto notarial del censo se reúne el cabildo de la Colegiata con el matrimonio beneficiario, a quienes le otorgan el inmueble, y lo autorizan a realizar las modificaciones oportunas para desarrollar su oficio de platero. Estamos hablando de hace 500 años, y evidentemente los términos contractuales no son los mismos, pero digamos que a lo que más se asemejaría hoy el censo es a la hipoteca, mientras que un aforamiento a lo que más se acercaría hoy sería a un alquiler.
Ha encontrado muchas conexiones entre la Biblia Kennicott y A Coruña de la época. ¿Por qué nadie las había detectado?
Al estudio de la Kennicott le faltaba una pata: la coruñesa. No se había abordado desde el punto de vista local. Está muy estudiada por académicos de Alemania, de Inglaterra, de Estados Unidos, de Israel, etc. La mayoría judíos. Pero le faltaban las fuentes coruñesas, y eso es lo que modestamente estoy intentando aportar.
Tiene usted alguna idea para poner sobre la mesa todo ese conocimiento conjunto.
En 2026 la Kennicott cumplirá 550 años. Es una fecha estupenda para traer a académicos de todos los lugares del planeta a un congreso de dos o tres días sobre nuestra Biblia.