Hace tiempo que el número de perros a nivel nacional ha superado al de niños menores de 14 años, del mismo modo que las adopciones de mascotas superan al de nacimientos. Sin embargo, en Novo Mesoiro, el barrio más joven de A Coruña, la primacía de los canes frente a los niños encuentra la metáfora perfecta en la situación del parque infantil. Cada vez se hace más complicado jugar sin llevarse un inesperado regalo a casa. Por eso, un vecino anónimo y harto de la falta de civismo de algunos propietarios de canes, ha dado un paso al frente y se ha comprometido a regalar cuantas bolsas plásticas hagan falta para recoger las haces.
Así lo manifiesta en un cartel explicativo situado a la entrada de la instalación: “Úsalas, que en la medida que pueda las repongo”. Debajo de la nota se pueden encontrar incontables unidades plásticas.
La situación del parque infantil es vox populi, como así manifestó un vecino a través del grupo de whatsapp del barrio: “El parque parece un campo de minas, pero es una pena que no las vayan a usar (las bolsas). El detalle está increíble”. La 'alerta marrón' no solamente ha despertado la inquietud de los padres, sino también de los comerciantes, cansados de que lo que muchos interpretan como presagio de buena suerte convierta su día a día en una plasta. “¡Cuántas veces me encontré mier** en la puerta de la peluquería!
Muchas clientas las pisaron y las trajeron para dentro. Es una vergüenza”, lamenta una de esas autónomas.
No es el 'marronazo' canino un problema solamente del extrarradio, pues este diario ya se hizo eco el pasado mes de noviembre del gusto que parece darle a algunos canes, y a sus dueños, dejan un pestilente recuerdo a los miles de coruñeses y turistas que disfrutan del Paseo Marítimo.