El flamante nuevo San Andrés se inauguró el jueves pasado en un acto por todo lo alto en el que la alcaldesa, Inés Rey, invitó a vecinos y comerciantes. Pero la Policía Local tampoco ha tardado demasiado en estrenar a su manera la calle: ayer imponía una de las primeras multas por mal estacionamiento en una vía que, al tratarse de un bulevar, no permite aparcar en toda su extensión.

Hay que señalar que el coche infractor había estacionado en la zona de carga y descarga situada sobre la acera próxima al cruce con la rúa Nueva. Normalmente, se permite aparcar en ese espacio rayado fuera de horario laboral, así como los domingos y festivos, pero el caso de San Andrés no incluye estas excepciones.

Es exactamente la misma norma que rige unas manzanas más allá, en la misma San Andrés, a la altura de la iglesia Castrense. También en ese punto existe una zona de carga y descarga sobre la acera y, en ella, un letrero advierte de la prohibición: “Solo permitido carga y descarga de lunes a viernes de 08.00 a 14.00 horas y de 15.00 a 18.00 horas” Sin embargo, la mayor parte de los conductores se dejan llevar por la costumbre y aparcan sin leer atentamente la placa. 

Ese “solo” ha llevado a lo largo de los años a que la Policía Local sancione a cientos de conductores despistados. De hecho, se llegó a consultar a los técnicos de tráfico sobre el tema, pero la opinión es unánime: la placa es válida y los conductores pueden ser sancionados  “Al cartel no le pasa nada”, comenta un policía municipal. 

Sin plazas 

En el nuevo San Andrés, los coches no son bienvenidos. En su día, acogió cuarenta plazas de aparcamiento de zona azul, pero hoy solo pueden estacionar los vehículos de carga y descarga, así como los taxis en su parada habilitada y un espacio para conductores con movilidad reducida. El resto tendrá que conformarse con buscar espacio en las calles aledañas o en los aparcamientos subterráneos. 

Por otro lado, el nuevo firme ya acusa el desgaste tras las fiestas de Carnaval: ayer amanecía lleno de manchas de suciedad. Por otro lado, desde la delegación del sindicato CSIF de la Compañía de Tranvías señalaron que se había corregido el tamaño de la parada de bus junto a la plaza de Santa Catalina, que no tenía cabida para los autobuses articulados, de 18 metros de largo. “Han corregido y ampliado cuatro metros la parada antes de la apertura”, comentaron.