Si de un tiempo a esta parte hay partidos empeñados en acuñar eso de la “nueva política”, y considerando el movimiento vecinal como la política de los barrios, existe un grupo de organizaciones que de un tiempo a esta parte marcan la nueva forma de relación de los vecinos con el Ayuntamiento. Resulta especialmente paradigmático el caso del Recinto Ferial, que bajo la denominación de Sector 7 hace meses que da visibilidad desde las redes sociales a una de las zonas menos conocidas de la ciudad. Sin embargo, y al igual que sucedió hace poco con Monte Martelo, el éxito de sus reivindicaciones le ha llevado a convertirse en asociación vecinal al uso. Acaba de cumplir su primer aniversario y echando la vista atrás sorprende su ‘palmarés’. 

Y es que cuando Vanesa Rey y Lucía Fernández pasaron de bromear en las redes sobre aspectos decandentes de su barrio a institucionalizarse poco podían imaginar cómo de lejos llegarían. Hace solamente un año consideraban una victoria el haber logrado un barrendero o tres papeleras. Ahora logran reunirse con el Ayuntamiento y que éste solucione problemas a los que han dado visibilidad: desde la retirada de unas vallas golpeadas por una borrasca a la confusión de los conductores con las direcciones de las calles. “Las cosas no van tan rápidas como nos gustaría”, afirma la vicepresidenta, Lucía Fernández. “Son muchas carencias que vamos solucionando, pero algunas cuestan mucha insistencia por nuestra parte y muchas reuniones”, añade..

Demandas 

Entre las muchas victorias conseguidas por la asociación vecinal Sector 7 Recinto Ferial destaca, en palabras de su directiva, el plan a largo plazo para la zona. “Lo que más nos ha llamado la atención es el hecho de qe un barrio no tuviese barrendero ni ruta asignadas, pero tras 14 años es ya un tema solucionada”, subraya Fernández. “Uno de los puntos más importantes es que se haya conseguido poner inicio al proyecto de urbanización del barrio pendiente desde 2020: va demasiado lento, pero va. Además, conseguir que se arregle el carral bici después de tantos años sin mantenimiento también ha sido importante”, añade.
Al igual que sucede con otras zonas de la periferia se trata básicamente de contar con lo necesario y con cuestiones que en las zonas más céntricas se dan por supuestas.