El mundo conmemora hoy el Día Mundial de la Salud, una fecha crucial para reflexionar sobre los desafíos y oportunidades en el ámbito sanitario global. En 2025, la Organización Mundial de la Salud (OMS) centrará su campaña anual en un pilar fundamental para el bienestar de las sociedades: la salud de las madres y los recién nacidos. Bajo el lema "Comienzos saludables, futuros esperanzadores", la OMS lanza hoy una iniciativa de un año de duración para movilizar a gobiernos y profesionales de la salud en un esfuerzo conjunto por erradicar las muertes evitables y priorizar la salud integral de las mujeres a largo plazo.
La conexión intrínseca entre la salud materna y neonatal y el desarrollo de familias y comunidades saludables es innegable. Invertir en esta área no solo salva vidas, sino que también sienta las bases para un futuro más prometedor para todos. En este contexto, la campaña "Comienzos saludables, futuros esperanzadores" se erige como una llamada a la acción para intensificar los esfuerzos a nivel mundial.
La OMS y sus colaboradores se dedicarán durante este año a difundir información esencial y recursos prácticos destinados a promover embarazos y partos seguros, así como a fortalecer la salud de las madres en el periodo postnatal. El objetivo primordial es claro: ayudar a que todas las mujeres y sus recién nacidos no solo sobrevivan, sino que también prosperen.
Sin embargo, la realidad actual presenta un panorama preocupante. Según las estimaciones de la OMS, cada año mueren trágicamente cerca de 300.000 mujeres durante el embarazo o el parto. A esta cifra se suman más de dos millones de recién nacidos que fallecen en su primer mes de vida y aproximadamente otros dos millones que nacen sin vida. Estas estadísticas implican una pérdida evitable de una vida cada siete segundos, lo que subraya la urgencia de abordar esta crisis.
Las proyecciones actuales son igualmente alarmantes. De mantenerse las tendencias, se estima que cuatro de cada cinco países no alcanzarán los objetivos de mejora en la supervivencia materna para 2030, y uno de cada tres no logrará las metas de reducción de la mortalidad neonatal. Estos datos exigen una respuesta global coordinada y enérgica.
La OMS enfatiza la necesidad fundamental de escuchar las voces de las mujeres y brindar un apoyo integral a las familias en todas las etapas de la maternidad. Esto implica garantizar una atención de alta calidad que abarque tanto las necesidades físicas como emocionales, desde la concepción hasta después del parto.
Para lograr este objetivo, es crucial que los sistemas de salud evolucionen y se adapten para abordar la complejidad de los factores que influyen en la salud materno-infantil. Esto va más allá de la atención de las complicaciones obstétricas directas, e incluye la detección y el tratamiento de problemas de salud mental, la prevención y el manejo de enfermedades no transmisibles, y el acceso a servicios de planificación familiar.
Además, la OMS destaca la importancia de que las mujeres y las familias cuenten con el respaldo de leyes y políticas que protejan su salud y garanticen sus derechos reproductivos. Un entorno legal y político favorable es un pilar esencial para construir comienzos saludables y futuros esperanzadores.
El Día Mundial de la Salud 2025 inaugura un año de acción prioritaria por la salud materno-infantil. La campaña de la OMS nos recuerda que es responsabilidad de todos redoblar esfuerzos para erradicar muertes evitables y asegurar que cada mujer y niño tengan la oportunidad de un futuro próspero.
La información y los recursos que la OMS y sus socios difundirán durante este año son herramientas valiosas para lograr este objetivo. Es hora de escuchar a las mujeres, apoyar a las familias y trabajar juntos por un futuro más saludable para todos.