El concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, reconoció ayer que el Ayuntamiento “teñe constancia” del malestar de parte del vecindario de Os Mallos por el cambio de la parada de la avenida del mismo nombre a la de Arteixo. El edil no quiso ser demasiado tajante: “non está pechada a decisión pero si estamos barallando manter así esta línea”. Por otro lado, aseguran que se reunirán con los representantes de los vecinos y en esa reunión les expondrán “algunhas alternativas” con las que esperan contentarlos.
Eso será a la vuelta de agosto, cuando la Administración municipal recupere su pulso. “Somos conscientes de que calquera alteración sempre causa algún pequeno perxuicio”, reconoció Villoslada, que insistió: “Estamos traballando para facela máis eficiente, que as frecuencias sexan mellores e que sexan mais eficientes as rutas. E os estudios preliminares nos indican que debemos manter a parada”.
En un principio, el cambio estuvo provocado por unas obras de accesibilidad en ese tramo. Estas obras comenzaron el 17 de marzo y ya finalizaron hace tiempo. El traslado de la parada debía durar solo dos meses y ya van casi cinco, pero los técnicos municipales están analizando la revisión de varias líneas importantes de la ciudad, como ya anunció en la Mesa de Movilidad la semana pasada. La línea 11 es extensa: arranca de As Lagoas, recorre monte Alto, llega a la plaza de Pontevedra y llega hacia A Grela y Marineda. Precisamente, ese es uno de los puntos que más molestan a los vecinos: gran parte de los viajeros se dirigen a ese centro comercial y los comerciantes de Os Mallos sienten que se favorece a Marineda City por encima del comercio de barrio, por eso han colgado carteles en ss negocios pidiendo la vuelta de la línea 11.
En cuanto a los vecinos, Villoslada dejó entrever que ya se esperaba que la medida suscitaría quejas, y que las considera inevitables: un peaje a pagar a la hora de mejorar la movilidad. “Somos conscientes do descontento dos veciños. En materia de modificación de líneas de bus, basta con que mudes unha parada para que algunhas personas en concreto estean realmente perxudicadas”.
En opinión del concejal, lo que hace falta es amplitud de miras. “Temos que ter unha perspectiva mais global do conxunto da línea e da poboación que atende”. Es decir: ahora la línea 11 no pasa por Os Mallos, y los residentes de este barrio se sienten perjudicados pero, al pasar por la avenida de Arteixo, queda más a mano para los vecinos de la Sagrada Familia, dado que esta arteria separa ambos barrios.