Este mes en A Coruña no solo se celebra San Valentín, sino también San Andrés y San Nicolás. Porque, pasado el día catorce, todavía quedan algunas citas memorables este febrero, que se espera que vea el final de dos obras importantes impulsadas por el Ayuntamiento: la de la calle de San Andrés, que todavía está cerrada con vallas, y el edificio municipal ubicado en el cruce de Marqués de Pontejos con San Nicolás.
La obra de San Andrés es, por supuesto, la más importante, de 3,2 millones de euros. Al revés que muchos de los trabajos impulsados por el Ayuntamiento, la humanización de esta importante vía sí ha marchado conforme al calendario. Es más, incluso se ha adelantado. Por eso, la alcaldesa anunció el 30 de diciembre que, pese a que la fecha de finalización de la obra era el siete de marzo, se adelantaría a este mes la apertura al tráfico rodado, algo que todavía no ha sucedido.
Por el momento, los peatones son los únicos que disfrutan del nuevo San Andrés, dado que se reabrió a los transeúntes en diciembre, pero no solo los vehículos de carga y los particulares esperan para recorrer su calzada. También tienen que regresar a sus antiguos recorridos las líneas de bus que llevan meses dando rodeos por culpa del corte de tráfico.
Por lo menos, la obra de San Andrés solo ha durado un año. Mucho más ha habido que esperar por la de las viviendas sociales en el cruce de Marqués de Pontejos con San Nicolás.
Este proyecto, una herencia de la Marea, consiste en rehabilitar y ampliar un inmueble para construir cinco viviendas sociales. En junio de 2022, el Ayuntamiento aprobó la licitación de las obras por 1,7 millones de euros, pero nada marchaba como se esperaba. Surgieron más y más imprevistos, acompañados de mal tiempo, y la Junta de Gobierno local firmaba prórroga tras prórroga. El PP denunciaba que tenía un plazo de nueve meses de ejecución y “llevamos más de 22 meses de retraso”. La última fecha para la entrega es el 28 de este mes, pero los andamios siguen cubriéndolo.