La muy coruñesa tradición de quemar los apuntes en las hogueras de San Juan tiene su versión invernal en lo que para el ocio nocturno supone un auténtico filón y una de las jornadas de más recaudación del año. El final de los exámenes de enero es, desde el final de la pandemia, una llamada a las legiones de estudiantes enclaustrados durante las últimas semanas y que están sedientos de diversión y socialización. La que para muchos es la primera salida de 2025 ha llevado a las principales discotecas y salas de fiestas a colgar el cartel de ‘sold out’ o ‘no hay billetes’, según el lenguaje que decidan usar en redes sociales.
Especialmente intensa será la madrugada en el puerto. Pelícano se quedará pequeño y habrá un segundo evento en Hyp3. Es decir, una expectativa de más de 3.500 asistentes con Brit y Amura como soportes. “Los jueves han vuelto a coger fuerza: los estudiantes salen cada vez más y ya son más fuertes que los viernes. Literalmente, están arrasando”, afirma Pedro Paolantonio, relaciones públicas de los eventos de los jueves conocidos como ‘Peccato sessions’. “Al hacerlo todos los jueves estamos en constante reinvención, buscando temáticas nuevas para atraer a la gente”, añade el joven, que es uno de los rostros conocidos de lo que ha se ha convertido en toda una carrera entre los diferentes locales para la captación de universitarios. En el caso de Peccato Bye Exams el precio será de 12 euros con dos consumiciones, mientras que en Pelícano Fucking Exams ha tenido dos tiradas: 12 euros con dos consumiciones y un chupito o 10 con una consumición. En ambos casos las existencias son muy limitadas.
The Clab, la antigua Chaston, anunció al filo de las 18.00 horas del miércoles el fin de existencias de las entradas para una celebración llamada ‘Fin de exámenes’ y en cuyo cartel sale el personaje de Leonardo DiCaprio en ‘El Lobo de Wall Street’ haciendo un corte de mangas. El precio del acceso es de 12 euros, con todas las consumiciones incluidas. “Se ha convertido en el quinto día del año con más afluencia en la ciudad y mucha gente que sale no pudo disfrutar ni siquiera el Fin de Año”, dice la gerencia. “Es un evento reciente, pero ha llegado para quedarse”, matiza.
Un clásico que vive un proceso de renovación, Aeroclub, ha apostado por echar sus redes sobre el público internacional. Es el local elegido para que un centenar de erasmus celebren su ‘Farewell party’ o fiesta de despedida, ya que muchos de ellos regresarán a sus lugares de origen. En su lugar vendrán otros, y de eso es my consciente el responsable del local, Sergio Marentes. “Queremos darle un enfoque nuevo a los jueves y los erasmus son el público perfecto”, advierte.
Es oficialmente el final de la cuesta de enero y las vacas flacas para un ocio nocturno que se ha convertido en el referente no solamente a nivel gallego, sino del noroeste español.