El juicio por la muerte de Samuel Luiz continúa este miércoles en la Audiencia Provincial de A Coruña con la declaración de una amiga de la acusada Katy Silva y de agentes de la Policía Nacional que se hicieron cargo de la investigación. A partir de esta jornada pasarán por la sala peritos, médicos, forenses y comisarios, entre otros, cuyos testimonios podrían aportar nuevos datos reveladores y dar un giro al proceso.
Adriana, amiga desde los once años de Silva, acudió a la Audiencia tras ser citada por la defensa de la procesada. A preguntas de Luciano Prado, la testigo indicó que "a Katy le incomodan los comentarios homófobos" y señaló que en el grupo de amigos de la acusada hay personas "homosexuales, heteros y trans". Silva se enfrenta a 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, pero para ella y Diego Montaña consta una agravante de discriminación por condición sexual.
El segundo testigo es clave. Fue el director de la investigación de la muerte de Samuel entre el 3 de julio de 2021 y el 3 de noviembre de ese mismo año y a su cargo estuvo el proceso de recoger testimonios, imágenes de cámaras y proceder a las detenciones. Confiesa que, en sus dieciséis años de profesión, nunca había visto algo "así".
Las primeras imágenes que obtiene la Policía son las de la cámara de tráfico de la plaza de Portugal; sin embargo, estas solo permiten distinguir vestimentas y no caras. Por ello fueron muy importantes las entrevistas con los testigos, ya que las descripciones de las prendas de ropa fueron imprescindibles para situar a las personas en la agresión. Este agente explica que, entre el sábado 3 de julio y el lunes 5, "hubo quince declaraciones". La cifra aumentó hasta los 31 testimonios hasta que se llevaron a cabo las primeras detenciones y, en total, se efectuaron 54 entrevistas.
Una de las personas que acudió a declarar de forma voluntaria fue Kaio Amaral, para quien la Fiscalía pide 27 de años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento y robo con violencia. Este, según el agente, mintió en su declaración. A los pocos días pasaría de testigo a detenido. "Colabora dando datos que dan sentido a lo que tenemos. Nos contó verdades, pero otras no. Da una versión exculpatoria y al principio nos dio una descripción de su vestimenta que, a lo largo de la investigación, vimos que nos había mentido; no coincidía la parte superior de la ropa". Kaio, además, reconoce que se llevó el teléfono de Samuel y que lo apaga, comenta este agente. Pese a "mentir", el testimonio de Kaio fue fundamental. "Me consta que se ha podido extraer mucho contenido de su móvil", dice. Este acusado, añade, se puede ver en las imágenes de la plaza de Portugal en el lugar de la agresión. La apreciación de este agente es que "golpea", aunque no consta ADN de este procesado en la víctima.
En las imágenes captadas por las cámaras, señala, muestran a Katy Silva "sujetando" las chaquetas de Diego Montaña y Alejandro Freire en el Paseo Marítimo. A preguntas de la defensa de Silva, insiste, "para nosotros (los agentes encargados del visionado y él) es ella". Los policías pudieron recrear el recorrido de los acusados gracias a las cámaras de la plaza de Portugal (captó la agresión), un vending delante de donde Samuel se desploma, Juan Flórez y Linares Rivas.
Las imágenes también situaron a Alejandro Míguez corriendo y entrando en la zona de la agresión a la víctima. Este, además, le dijo a un testigo que "no pude hacer nada porque me estaba agarrando un negro", según explica el agente. Se trataría de Magatte, el senegalés que trataba de frenar al grupo mientras Ibrahima se llevaba a Samuel. Cuando Míguez es citado para declarar el 7 de julio (no lo hace voluntariamente), explica que "mira, pero no se involucra".
El agente sostiene que en el móvil de Kaio se encuentra un vídeo en el que la pandilla sale en un parque exhibiendo armas blancas y cantando una canción de trap. La letra del tema, considera, "me parece una premonición de lo que ocurre luego con Samuel". Lo sucedido el 3 de julio de 2021 en el Paseo Marítimo es para el director de la investigación, por la "superioridad númerica abismal", algo "brutal, inhumano y atroz. Son tiene personas contra una".